El Comedor de los atletas fue un sitio de intercambio y compañerismo
El espacio pensado para la alimentación de los deportistas se transformó en un lugar de risas, charlas interminables y apoyo.
Un lugar de intercambio. Desde el comienzo de Rosario 2022, el comedor de los III Juegos Suramericanos de la Juventud se transformó en un sitio especial, uno de esos en los que tienen lugar los hechos. No solo por ser el espacio en el que los deportistas se alimentaron, sino porque fue el foco de risas y charlas que iban más allá de la competencia.
Con 1.500 raciones de comida por día de estilo buffet con mucha variedad, los participantes de los Juegos asistieron allí todos los mediodías desde el 28 de abril al 8 de mayo. Antes y durante las competencias, los atletas comentaron allí sus experiencias, a la par que se alentaban e intercambiaban sus culturas.
Con lugar para 600 personas y una carpa de 500m2 con servicios, el comedor fue, literalmente, el sitio en el que se cocinó la acción de Rosario 2022. Teté, la mascota oficial de los Juegos, también lo frecuentó y se llevó cientos de fotos con los atletas.
Las lágrimas por el camino recorrido, los logros obtenidos y los sueños alcanzados, dijeron «presente» también en el espacio. Cuando las cosas no salían como los atletas querían, ahí encontraban comprensión y compañerismo en sus pares sin importar el país que representaban.
El afecto entre naciones copó cada rincón del Parque Único Suramericano y latió como el corazón del evento. Cada atleta que pasó, se llevó momentos que nunca olvidarán.